26.9.11

MÓNICA GARCÍA (SOBREEXPOSTAS: A DANZA GALEGA ACTUAL)

¿Cuándo y dónde comenzaste a bailar?

M.G. No recuerdo el momento exacto en el que empecé. Bailar forma parte de lo que haces desde que eres niño pero puedo decir que empecé a ser más consciente en las clases de ballet en el colegio. Allí el ballet formaba parte del currículo. Luego simplemente seguí con ello en la Escuela de Artes y Oficios de Avilés y en la academia de Catherine Rezard y empecé a examinarme en el conservatorio. De ahí me fui a Madrid a la escuela de Carmen Roche donde además de seguir con la carrera de ballet, empecé a encontrarme con la danza contemporánea.

¿Sobre qué material y cómo bailas en tu última pieza?

M.G. En mi última pieza ‘la Velocidad de las Cosas’ trabajo sobre la idea de producir efecto, de afectarse y afectar a y para ello utilizo el cuerpo, el movimiento y el sonido.

Roland Barthes en ‘Fragmentos de un discurso amoroso’ habla sobre el lugar que ocupa la sentimentalidad en la modernidad, atribuyéndole la 'obscenidad del amor' y cómo el sujeto amoroso ha de asumir esta sentimentalidad y el lugar donde lo sitúa. Basándome en el cuestionamiento de esta sentimentalidad, su confrontación con lo que entiendo que provoca y el conflicto que se genera de ahí, presento La Velocidad de las Cosas como una auto-enunciación y utilizo la escena como dispositivo de confesión.

La danza comienza cuando pongo en relación los estímulos externos e internos. Se trata de actualizar la memoria cada vez, los elementos aprendidos conviven y se afectan por el momento presente y viceversa. No existe una coreografía escrita sino que las secuencias de movimiento se articulan dentro de una estructura más o menos flexible por la que transito. Los materiales concretos los entiendo en este caso como secuencias que comienzan y terminan sin que el desarrollo de una lleve necesariamente a la otra aunque todas son parte de lo mismo. Podría decir que en la pieza hay cinco escenas y cada una es el ejercicio y el resultado de algo. Los textos de las canciones que utilizo le dan un sentido a las escenas y enmarcan la pieza.

¿Cuáles son tus referentes artísticos?

M.G. No tengo ningún referente concreto pero si que hay gente y trabajos que de alguna manera me han impresionado, como la primera vez que vi en escena a Hisako Horikawa hace algunos años en Pradillo o en la última edición del Mes de la Danza de Sevilla a Israel Galván. Me interesan tanto los trabajos que son intuitivos y emocionales como las piezas que se basan en parámetros más teóricos y racionales siempre que sean trabajos comprometidos.

¿Cómo crees que evoluciona hoy la danza?

M.G. La danza, como el resto de las artes, debería evolucionar a tenor de la situación social y política en la que se genera. La época actual creo que nos está posicionando en un lugar de cuestionamiento. Creo que hay alguna gente que se hace muchas preguntas y la danza evoluciona gracias a ello.

¿Cómo valoras la situación de la cultura gallega en general y de la danza en particular?

M.G. Llevo poco tiempo en Galicia y no tengo toda la información que necesitaría para hacer una valoración rigurosa pero hasta donde conozco y desde que tengo contacto con la cultura y las artes escénicas aquí, se han cerrado la Sala Galán, la Sala Nasa y ha desaparecido el Festival En Pe de Pedra. Esto en parte es la muestra de que el modelo actual de gestión de las políticas culturales está obsoleto y de momento no parece que haya visos de renovación. No son los 'contenedores' los que generan el contenido sino las personas que los habitan. La precarización del sector cultural es evidente y la repercusión de esto ya se está haciendo notar. La gente que tiene ideas, y me consta que en Galicia la hay, no tiene apoyo porque existe falta de interés real por parte de las administraciones públicas que son en definitiva las que deben procurar que el dinero público repercuta de manera positiva en la ciudadanía. Lo que cada uno entiende por 'positivo' es una de las cosas que habría que analizar. Par mí todo se basa en una falta de responsabilidad y de compromiso auténtico sobre todo, de la gente que gestiona el dinero público.

¿Cómo crees que se debería organizar un trabajo en red que fortaleciese la colaboración entre los actores culturales? ¿Propones alguna acción concreta?

M.G. Creo en el encuentro y las sinérgias que pueden surgir de él por tanto pienso que se deberían de generar contextos que lo favorezcan y propuestas que vayan en ese sentido. Este encuentro debería de ser productivo y no solamente quedarse en el desarrollo de discurso. Habría que utilizar las bases teóricas que se están generando desde hace algún tiempo para accionar y que esto trascienda de manera que las políticas se vean afectadas y se empiecen a cambiar los paradigmas actuales. Esto involucra tanto a creadores como a público, políticos, teóricos, programadores y gestores de salas y espacios expositivos. El cambio tendría que pasar por el auto-cuestionamiento de los roles y de las actuaciones de cada sector y a partir de ahí generar nuevos modelos de acción, flexibles y en constante revisión. Los modelos actuales, como ya dije, creo que están obsoletos.

¿Cuáles son los mecanismo de producción y distribución para lograr movilidad en tu trabajo?

M.G. Mi trabajo se basa en la autoproducción y la autopromoción y todo lo que eso implica.

¿Donde creaste y bailaste tus últimas piezas?

M.G. Las dos últimas piezas las he producido y estrenado en Galicia. Las anteriores en Madrid.

¿Podrías señalar algún evento, espacio o programación que esté ampliando hoy las fronteras de la danza?

M.G. Creo que existen varias iniciativas que están generando espacios de diálogo en varios sentidos, intentando de alguna manera 'practicar la teoria'. Las fronteras de la danza creo que están bastante agujereadas desde hace tiempo y en este sentido en Barcelona y Madrid se generan contextos desde La Porta o el Matadero que se mueven en esos terrenos y seguro que hay más. Me parece interesante a priori la propuesta del Festival MAPA 2011, que propone la generación de trabajos in situ a partir de la reflexión sobre la relación entre las estructuras de poder y la población o sobre el concepto de 'acontecimiento artístico'...

¿Qué aconsejarías a un espectador para iniciarlo en la danza que se programa actualmente?

M.G. No se si le daría un consejo pero si le sugeriría que adopte un rol productivo, esto es, que entienda cuál es su potencial como público y se responsabilice de su papel. Tenemos que quitarnos de encima esa idea del consumidor pasivo y empezar a asumir nuestro potencial como cocreadores de lo que sucede en general a nuestro alrededor. Con respecto a la danza exactamente lo mismo.

Mónica García é titulada en Coreografía e técnicas de interpretación da Danza polo Real Conservatorio Profesional de Danza de Madrid , ademais de Especialista en “Cambios na Cultura e na Sociedade, novas tecnoloxías, novas industrias e novos usos” pola UOC-LABoral. Bailou con Catherine Diverrés para o CCNRB en Francia, no Staatstheather de Damstadt en Alemaña, nas compañías 10&10 e Provisional Danza entre outras. Foi asistente coreográfica en "Das haus of Bernarda Alba" dirixida por Mei Hong Lin para o Staatstheather de Darmstadt e foi profesora de danza para dita compañía. Podedes ver unha mostra da súa derradeira peza "La velocidad de las cosas" neste vídeo e coñecer a súa web.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy buena esta bailarina. Lo mejor quen he visto en años. Enconté un comentario sobre ella en un blog escrito, creo, en Tenerife.

http://elaprendizihg.blogspot.com.es/

saludos.

cristina